Crisis de los años 30


Entre 1924 y 1929 se vive un periodo de recuperación económica mundial, sin embargo, en 1929 se produjo el crack bursátil de Wall Street. Este trajo consigo la caída del producto industrial y de los precios, el aumento del desempleo, crisis bancarias, la vuelta de medidas proteccionistas y la reordenación de los flujos de capital.
La deflación reduce los beneficios, estimulando recortes de plantilla y de salarios, por tanto, los trabajadores tienen menos dinero para comprar bienes y servicios, lo que alimenta de nuevo el ciclo. Pero el mayor problema viene con el poco margen que tienen los bancos centrales para combatirla, si los precios caen, los tipos de interés nominales deben disminuir al mínimo para estimular la demanda. No obstante, el tope de reducción es el 0%, ya que los bancos centrales no pueden prestar dinero a tipos nominales negativos.
El problema viene dado que el bajar los tipos de interés al 0% se sigue acentuando la recensión puesto que el tipo de interés real no disminuirá a no ser que se aumenten las expectativas de inflación, ya que para salir de la recesión se necesitan tipos de interés reales negativos para estimular el consumo y la inversión. Las formas de producir inflación eran la expansión de la oferta monetaria, la compra de deuda pública, la adopción de políticas fiscales expansivas o la devaluación de la moneda mientras que otros países no lo hicieran.
El problema surgió con la incompatibilidad de medidas como la inyección de crédito o la reducción de los tipos de interés y el mantenimiento del patrón oro, ante esto las países optan por sustituir sus reservas de divisas por oro lo que obliga a los bancos a disminuir los tipos de descuento para mantener la convertibilidad, esto repercute negativamente sobre la inversión y el desempleo.
Los dos economistas más importantes del momento discrepaban en las soluciones. Para Keynes, la solución era una mayor intervención del gobierno con la esperanza de corregir las fluctuaciones del ciclo económico, mientras que según Hayek, la causa fundamental fueron las imperfecciones del sistema monetario y advertía que la intervención del gobierno acabaría causando un daño irreparable a la economía.
La historia nos dice que Hayek no acertó en sus recomendaciones de política económica durante los años treinta, mientras que las recetas de política monetaria y política fiscal propuestas por Keynes fueron más adecuadas. Aunque la política económica más influyente e importante, fue el New Deal, llevada a cabo por el presidente de los EEUU, Roosevelt.
Éste proponía un esfuerzo conjunto de los empresarios y el Gobierno para conseguir la recuperación económica mediante la estabilización de los precios, los niveles de producción y el empleo y así restablecer la confianza. Se creó la administración de la seguridad social y la comisión del mercado de valores; y una reforma del sistema financiero: extensión del sector público, separación entre la banca y la industria, intervención sobre los mercados de valores, reforma de la Reserva Federal, etc.



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